Ajuste de la exposición II: Uso del histograma

Histograma

La mejor exposición de una fotografía es la que aporta mayor cantidad de información en el mayor rango tonal posible, de acuerdo con las condiciones lumínicas de la escena y el criterio del fotógrafo.

Y la herramienta que más puede ayudarnos a lograrlo es

¡ el Histograma !

Hasta ahora hemos visto los principales ajustes que podemos manipular (Diafragma, Obturador e ISO), y las distintas maneras (o Modos) que tenemos para disparar nuestra cámara con dichos ajustes, así que ahora toca valorar en profundidad el resultado para saber si los ajustes han sido los adecuados. No hay que conformarse con la referencia que nos proporciona el exposímetro.

Para ello deberemos “cuantificar” nuestra fotografía con algún parámetro objetivo cuya interpretación nos diga, aunque sea aproximadamente, cómo ha salido nuestra fotografía y ahí, es donde entra en juego el “Histograma”.

Antes que nada, debo decir que es inevitable adelantar algunos conceptos referentes a la luz, el color y la electrónica de nuestra cámara, cosa que trataré de hacer sin entrar en detalles pero lo justo para que sepamos de qué estamos hablando. Como aficionados y para empezar a manejarnos con el histograma, no hace falta bajar a mucho detalle, así que (…espero…) será suave.

Sabemos que la fotografía actual, es la consecuencia de que cierta cantidad de luz llegue a las células fotosensibles del sensor de nuestra cámara, y de que éste, la convierta en una señal eléctrica. Dicho de otra forma,

 

cada “célula fotosensible” de las que componen nuestro sensor, responde a la información lumínica que recibe a través del objetivo generando una señal eléctrica proporcional.

 

Parece lógico pensar que esa señal eléctrica valdrá cero cuando no recibe luz o un máximo (por ejemplo, 1voltio) cuando recibe la máxima cantidad de luz que la célula es capaz de procesar.

A pesar de su sencillez, presenta un problema porque la conversión es lineal y generará tantos valores como nos proporcionen los decimales que queramos utilizar y eso, nos lleva a infinitos valores.

Para solucionarlo y hacer que toda esta información sea más manejable, se somete la señal eléctrica a un proceso de codificación que la convierte en información digital más manejable… y computable.

Veamos el siguiente gráfico.

A/D, histograma

En la codificación más básica, la de un bit, sólo hay dos estados posibles, encendido o apagado, blanco o negro… 1 o 0, y sólo serviría para asignar a todos los valores comprendidos entre 0 a 0’5 voltios el valor 0, y al resto 1. Lo que se traduce blanco y negro absolutos y la verdad; no sirve para mucho.

Siguiendo con este concepto, podemos deducir que cuantos más bits se utilicen para la codificación, más posibles tonos tendremos definidos entre el negro y el blanco.

Si trabajamos con 8 bits, podemos representar 256 combinaciones (28) que representarán, cada una de ellas, una tonalidad de la escena, desde el 0 para el negro al 255 para el blanco. Claro que si el sensor de nuestra cámara puede utilizar 16 bit, hablamos de 66.536 (216) tonos y ya con 24 ni te cuento… (224) 16.777.216 tonos. La cuestión es que con una codificación u otra, pueden ser muchos valores “objetivos” que identifican el contenido lumínico de la escena.

A poco que nos fijemos, veremos que tenemos a mano otro parámetro fundamental para nuestros intereses.

Nuestro sensor no tiene una célula fotosensible sino muchas.

 

De hecho, si miramos las características del fichero que sacamos de nuestra cámara, vemos que da unas dimensiones…en píxeles. Por poner un ejemplo, mi cámara actual genera unos ficheros de 5.472 x 3.648 píxeles, de lo que se desprende que la imagen está formada por 19.961.856 píxeles “totales”.

Ya tenemos otro parámetro objetivo y cuantificable con el que dibujar el histograma, así que…

¿Qué es el histograma de una fotografía?

 

una representación gráfica del contenido lumínico de nuestra fotografía, en la que el eje horizontal muestra todos los tonos posibles desde el negro (a la izquierda) hasta el blanco (a la derecha), y el eje vertical indica cuántos píxeles hay en la imagen con ese tono.

 

Una información que representamos gráficamente como en el ejemplo siguiente.

Vamos pasando de los negros y sombras profundas, a las sombras, tonos medios y luces para terminar con los blancos puros. Y como indico en el gráfico a modo de ejemplo, el histograma representado tiene para…

… el tono 100, 2.500 píxeles,

o para 180, 3.500 píxeles

 

… y así con todos y cada uno de los tonos que tengamos presentes en la curva del histograma de nuestra fotografía.

Sencillo ¿no?    

 

A la vista de lo explicado, para valorar la calidad de nuestra fotografía parece más fiable el histograma que el mero hecho de ver la fotografía en la pantalla LCD de la cámara, porque al fin y al cabo, no deja de ser una visualización subjetiva que depende…

 

      •      …de nuestra capacidad y agudeza visual,
      •      de las condiciones de entorno en la que veamos la pantalla (luz ambiente, reflejos, ángulos)
      •      y el hecho, esta vez objetivo, de que lo que vemos en el LCD no es el fichero generado por el sensor de nuestra cámara (conocido como RAW), sino una “interpretación” comprimida en JPG con una codificación de 8 bits que como ya vimos, distingue muchos menos tonos, pero es suficiente para permitirnos ver la imagen en el LCD.

 

Por consiguiente, podemos concluir que…

 

… para valorar el resultado de nuestra fotografía, antes que una visualización subjetiva de la imagen, la interpretación objetiva de su histograma.

¿De acuerdo? ¡No lo olvides!

 

Ahora veamos un ejemplo.

Histograma

    … ese histograma tiene muchos colorines ¿no?

 

Sí que es distinto, sí.

 

Hagamos un pequeño paréntesis para aclararlo.

Al principio he planteado sólo conceptualmente el origen del histograma, que es lo que creo más importante cuando empezamos a conocerlo. Otra cosa es que queramos dominarlo a fondo y sacarle el máximo partido tanto cuando sacamos la fotografía como cuando la editamos, pero no es el momento.

Ahora sólo necesitaremos añadir otros conceptos para hacer un uso correcto y sencillo del histograma, así que toca explicar una cosa más…que al principio dejé pasar intencionadamente.

Cada “célula fotosensible” de las que ya conocemos, tienen información de luminosidad pero no de color y esa información, evidentemente es primordial para poder poner color a la escena. Por consiguiente, si somos capaces de obtener la luminosidad de los tres colores primarios (rojo, verde y azul), podremos reconstruir la información de color que antes no teníamos.

Es decir, poniendo un artilugio en cada píxel, que sea capaz de filtrar separadamente los colores primarios (y bloquear los demás), logramos…

 

… tres señales independientes en cada píxel, y por tanto un histograma para cada color primario.

 

En este gráfico he extraído los histogramas R G y B de la imagen del ejemplo.

Cabe preguntarse cuántos colores se podrían representar, pero es realmente sencillo.

Este sistema que divide la luz incidente en la célula fotosensible (o píxel) en tres canales, genera tres señales eléctricas a digitalizar. ¿no? Entonces si para cada una utilizo 8 bits (bits por canal), quiere decir que obtengo 256 (28) tonos en cada canal, con lo que cada célula fotosensible nos entregara (bits por píxel – bpp) 8×3 bits, esto es, 16.777.216 (224) tonos en cada píxel. Cantidad más que suficiente –conocida como “color verdadero”– si pensamos que el ojo humano es capaz de percibir (por término medio) unos 10 millones de colores.

Bueno, si hablamos de cámaras más serias y usos profesionales, el fichero que sale del sensor (RAW) se digitaliza con 12 o 14 bits por canal (los 8 bits se utilizan en JPG), por tanto, hablaríamos de…

36 o 42 bits por píxel,

lo que genera…

68.719.476.736 tonos para el primero

y 4.398.046.511.104 tonos para el segundo.

 

Palabras mayores ¿no? Eso es otra calidad de imagen más propia del uso profesional donde la edición también juega un papel importantísimo.

 

Sigamos con nuestro histograma, y demos respuesta a la pregunta que seguro te ha surgido…

  – Si el sensor genera tres histogramas basados en los colores primarios como canales independientes,

¿de dónde sale el histograma de luminosidad?

Simplemente es un histograma calculado que se obtiene como el promedio ponderado del histograma de los tres canales (…de la luminosidad individual de cada canal), pero atendiendo a la sensibilidad que el ojo humano tiene a cada uno de ellos. Es decir:

 

El histograma de luminosidad representa la luminosidad “percibida” por las personas (…en general) considerando un 59% de la luminosidad del verde, un 30% de la del rojo y un 11% del azul, de cada uno de los píxeles de la imagen.

 

También quiero comentar, que podemos encontrarnos con distintos histogramas tanto en la cámara como en los programas de edición.

Histograma

Aunque sabemos que directamente tenemos tres histogramas; el R, el G y el B. También que a partir de ellos obtenemos diferentes “formas de representación”. Pero falta saber que dependiendo del software de edición que utilicemos, tendremos unos u otros, incluso logarítmicos o en lugar de representando número de píxeles, una valoración porcentual de los mismos.

En cualquier caso, el que podemos considerar más común y que es el que yo personalmente trabajo al editar, es el llamado RGB -o de colores- que simplemente “suma” el número de pixeles para cada tono de cada canal. Un histograma que con lo que acabamos de leer, ya entendemos.

Veamos un ejemplo que nos ayude a interpretar lo que representa un histograma “de color”.

Histograma

Se ha construido atendiendo al contenido que cada canal tiene en un tono determinado. Si por ejemplo para el tono marcado con una línea discontinua naranja tenemos en el histograma:

350 píxeles de rojo,

1200 de verde y

6000 de azul,

la visualización sería…

 

      •      …Blanco (o gris según el programa) hasta los 350 píxeles, que es el tramo vertical en el que coexisten los tres canales (R, G y B),
      •      de los 350 y hasta los 1200 píxeles coexisten el verde y el azul, y por convenio, se le asocia el cian,
      •      y desde los 1200 hasta los 6000 píxeles, de azul porque sólo se encuentra la componente azul.

 

Este criterio, se aplica para cada tono. Es decir,

 

cuando coinciden rojo y verde se visualiza como amarillo que casualmente es R=255 G=255 B=0.

El Cian (R=0 G=255 B=255) vimos que se utiliza cuando coinciden verde y azul,

y el Magenta (que es R=255 G=0 B=255) cuando lo hacen el rojo y el azul.

¡No hay más misterio!

 

Volvamos a nuestra primera fotografía de ejemplo y su histograma ahora que ya sabemos de qué va “lo de los colorines”.

Si nos fijamos un poco, podemos observar que hay una gran zona de sombras en el histograma que no sólo se centra en las sombras de la derecha de la imagen, sino que incluye las pequeñas sombras del resto de la imagen y por supuesto los negros de los cristales de la ventana derecha (…o casi negro R=16 G=18 B=22 Y=17).

La zona central del histograma que incluye algunos puntos con dominante verde representa los tonos medios y ya a la derecha, nos vamos a las altas luces hasta llegar a los “casi” blancos (R=256 G=246 B=241 Y=246) que aparecen en los marcos desgastados de las ventanas.

Parece un buen histograma que presenta un gran rango tonal (diferencia entre las luces y sombras), con el que además podemos constatar otro detalle muy importante a recordar.

 

El histograma, nos informa de los tonos presentes en la imagen y la cantidad de píxeles que hay de cada uno de ellos, PERO NO dice dónde se encuentran.

¿De acuerdo?

 

Ahora veamos otros histogramas a ver como “representan” a sus correspondientes escenas, y así ir familiarizándonos con la información que aporta.

Empecemos con una fotografía de un Zapatito de venus, y otra del Muro de Berlín.

Distintas formas y amplio rango tonal. Muchas sombras, o iluminaciones uniformes, y bien contrastadas.

¿¿¿Y en el caso del Fumarel cariblanco en vuelo, o el Eurofighter Typhoon EF2000 metiendo gas…???

Son igualmente correctos, sólo que tiene un aspecto tonal mucho más reducido, pero totalmente real.

Y la del Ánsar común que en un día nublado presenta una tonalidad muy “neutra” (fijémonos que los tres primarios se superponen), en la gama que le corresponde también presenta un histograma coherente. ¿no?

Veamos algún otro caso muy particular como las fotografías de la luna, o incluso la de un eclipse de luna. Son buenos ejemplos,…

… y nuevamente un fiel reflejo de la escena con una visualización muy distinta.

Y un último ejemplo, el de esta Garza real en la que tenemos dos gamas tonales bien definidas y alejadas; el fondo nuboso de altas luces y la propia Garza.

Tras esta batería de ejemplos, creo que estamos en condiciones de respondernos a una pregunta.

¿Cuál es el histograma perfecto de una fotografía?

Piénsalo por un momento.

Sencillamente…

 

…no hay un único histograma bueno. Cada escena tiene el suyo.

…debe haber concordancia entre la escena (riqueza tonal y luminosidad) y el histograma.

 

Es más. Podría darse el caso de tener dos histogramas parecidos e incluso idénticos, en dos escenas totalmente distintas.

 

¿Hasta aquí entendido? ¿Sí?

 

Bien. Ahora demos un paso más y veamos…

¿cómo nos ayuda el histograma a exponer bien nuestras fotografías?

Observa la siguiente imagen.

Recordando artículos anteriores, nos debería venir a la cabeza que si bien una escena concreta tiene un nivel determinado de luminosidad, nosotros al ajustar la cámara podemos equivocarnos y cerrar o abrir en exceso en el diafragma (u otro parámetro) y provocar que nuestra fotografía salga muy oscura, o muy clara. Cada opción con sus consecuencias que pueden ser leves, o severas.

Si nuestro caso es que generamos un bajo nivel de señal, como apreciamos en el gráfico, en los negros y sombras podemos estar jugueteando entorno al ruido que todas las células fotosensibles y electrónica asociada generan, y puede afectar en mayor o menor grado a nuestra imagen, pudiendo llegar a hacerse visible ese ruido de manera inaceptable. Si encima cuando procesamos la imagen tratamos de aclarar esas sombras, lo haremos más visible aún.

Por el contrario, si lo que hacemos es generar un gran nivel de señal, tenemos mejor relación señal ruido y por tanto será más limpia la imagen en lo que a ruido se refiere. Podremos rebajar el brillo y recuperar la realidad de la escena sin grandes problemas…en términos generales. Ahora veremos porqué lo digo.

La cuestión es que el histograma, nos permite observar con más detalle si los ajustes utilizados para realizar la fotografía se alejan de la realidad avisándonos de una posible…

 

      •      …subexposición cuando presenta una concentración de pixeles en la zona izquierda del histograma, donde dominan los negros y las sombras, cuando no guardan relación con la imagen real, que no la percibimos tan oscura.

 

      •      … o una sobrexposición si hay una alta concentración de píxeles en la zona derecha de la gráfica, en las altas luces y blancos que por supuesto, resulta excesivamente brillante con relación a la luminosidad real de la escena.
Histograma

Dicho esto, podemos concluir -nuevamente- que una fotografía estará correctamente expuesta, cuando el histograma presenta una distribución acorde con las condiciones lumínicas reales de la escena.

Un problema más grave surge cuando la subexposición o la sobrexposición, son extremas.

Si nos fijamos en la parte de los negros, y como ya adelanté un poco hace un momento, si subexponemos por encima de cierto nivel, la señal -vista como cantidad de luz- se mezclará con el ruido por lo que los tonos implicados se convierten en un negro puro, es decir, R=0 G=0 y B=0.

Esta situación nos lo indica el hecho de que la curva en su frente izquierdo termine en sentido ascendente. A partir del punto de corte, todos los tonos que pudieran existir en la escena serán traducidos como un negro profundo y sin textura, que cuando se intentan recuperar en el procesado puede contener un alto nivel de ruido.

Nuevamente insisto. Tampoco un histograma de estas características es necesariamente malo o incorrecto. Podemos crear fotografías en clave baja (que veremos próximamente) o simplemente, querer un negro absoluto en alguna parte de nuestra escena sin necesidad de texturas.

Caso de no ser esta la fotografía, el histograma nos está invitando a modificar los parámetros utilizados de manera que se aumente la luz bien abriendo el diafragma, bajando la velocidad o subiendo el ISO. Depende de cada fotografía.

¿De acuerdo? 

 

Si ahora miramos la parte de los blancos y sobrexponemos por encima de cierto nivel, la señal -vista como cantidad de luz- sobrepasará la capacidad de la propia célula fotosensible, lo que se podría traducir como un desbordamiento en el que todo lo que sobra, simplemente se convierte en blanco puro, es decir, R=255 G=255 y B=255.

También nos lo indica el hecho de que la curva en su frente derecho, termine en sentido ascendente. A partir del punto de corte, todos los tonos que pudieran existir en la escena serán traducidos como un blanco profundo sin textura. Se dice que se ha “quemado”. No hay nada que recuperar; ni ruido.

Como en el caso anterior, también tenemos excepciones. Cuando nuestra fotografía sea en clave alta (que también veremos próximamente) o cuando queramos un blanco absoluto como tono principal – o fondo- de nuestra escena sin importar las posibles texturas.

Evidentemente, si esa tampoco es nuestra fotografía, nos está invitando a variar los parámetros y reducir la luz con las herramientas que ya conocemos. Diafragma, Velocidad y/o ISO.

 

Hasta aquí… ¿lo tenemos entendido?

 

Personalmente creo que lo único que quedaría por comentar, es su uso en la cámara, que es cuando realmente nos ayuda al hacer las fotografías.

Primero que nada, léete el manual de tu cámara y pon atención a las explicaciones y notas que te dé respecto al histograma y como visualizarlo. En mi caso, el manual de la Sony RX10-IV, me advierte de que…

 

… “La información en la visualización del histograma no indica la fotografía final. Esta es una información sobre la imagen visualizada en la pantalla. El resultado final depende del valor de la abertura, etc.”

 

En cualquier caso, me ofrece -como casi todas las cámaras- dos histogramas. El de luminancia cuando voy a disparar, y el RGB cuando visualizo la imagen. En éste último muestra cuatro histogramas; luminancia, rojo, verde y azul.

y… bueno, he disparado en JPG y tanto al disparar como al visualizar la fotografía en la cámara, no sólo veo una posible sobrexposición, por estar desplazado a la derecha todo el contenido, sino que la “alarma de sobrexposición” (te recomiendo que mires en el manual cómo se puede activar) me identifica algunas zonas que posiblemente salgan “quemadas” o cuando menos, sobrexpuestas.

Cuando visualizo la fotografía en mi programa de edición, resulta que aún tenía algo de margen antes de quemar las luces, a pesar de tener el histograma hacia la derecha. Resulta que no he llegado a “quemar” ninguna zona de la fotografía.

 

¿Algo funciona mal?… No.

El histograma de la cámara corresponde a un fichero JPG de 8 bits por canal, que se genera específicamente para poder visualizar la imagen. Por eso no coincide totalmente con el resultado final.

Ahora vamos a ver otro ejemplo, pero esta vez disparando sólo en RAW y extrayendo el pequeño fichero JPG que se encuentra incrustado en el propio RAW y viendo ambos ficheros en el editor.

Salta a la vista que no ocurre como cuando disparamos en JPG que es muy similar a lo que visualizamos en la cámara.

Al disparar en RAW disponemos de mucha más información, y aparece mucho más denso, aunque con una silueta muy parecida. En el JPG extraído encontramos el mismo histograma que vemos en la cámara, porque es el fichero que genera la cámara para poder visualizar la imagen en la pantalla LCD y obtener el histograma.

También apreciamos en el JPG sendas alarmas de subexposición (en azul) y sobrexposición (en rojo), mientras que en el RAW sólo aparece la sobrexposición del sol.

¿Conclusión?

 

Visto lo visto parece que lo más aconsejable para sacar el máximo partido a nuestro histograma, y lograr las mejores exposiciones posibles en nuestra fotografía es

 

descubrir el margen que nos da nuestra cámara a la hora de sobrexponer o subexponer una fotografía con respecto a la situación real, sin que realmente nos recorte en sombras o desborde en altas luces.

 

Si lo hacemos, siempre podremos obtener la máxima de información posible de la escena fotografiada. Esto sólo lo aprenderemos practicando, así que a disparar….

Sacar-fotografias
Sacar-fotografias
Sacar-fotografias

Busca algunas escenas donde puedas tener sobrexposiciones o subexposiciones, …

…observa las escenas y el histograma en la cámara.

 

¿Qué conclusiones puedes sacar?

¿A partir de qué nivel de sobrexposición (o subexposición) es real y la vemos en nuestro programa de edición?

 

No dejes de dedicarle un tiempo a estos ejercicios. La cuestión es que conozcamos nuestra cámara y poco a poco ir ganándole el pulso. Nos iremos familiarizando y veremos, por ejemplo,

 

… que si en una escena tenemos un tono dominante -por ejemplo, el rojo-, cuando veamos el histograma RGB podemos encontrar que la fotografía sale bien expuesta en su conjunto, pero sólo el histograma de ese color aparece sobrexpuesto. Con lo que en la edición sólo deberemos “tocar” el rojo. Tiene su lógica ¿no?

… o que, si bien el histograma deberíamos usarlo siempre, la experiencia nos dirá que de forma detallada y especialmente analítica, sólo lo haremos en las fotografías especiales. Esas que van más allá del mero recuerdo.

 

En fin. Aspectos sobre los que hablaré más adelante, cuando toque ver otras temáticas en las que será necesario, como acometer cierto tipo de fotografías… o resolver problemas muy concretos.

 

Bueno, este tema lo doy por terminado y te emplazo a seguir con el próximo artículo en el que cierro el circulo de la exposición, viendo las distintas formas de medir la luz que podemos tener disponibles en nuestras cámaras, y cómo pueden afectar al resultado.

Gracias por la visita y haber tenido la paciencia de llegar hasta el final.  ¡Este ha sido largo!

 

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